The Walking Dead

Por fin se ha estrenado ya, coincidiendo con la festividad de Halloween, la esperadísima serie basada en el cómic homónimo de Robert Kirkman. Y por lo visto no ha defraudado a casi nadie, gustando a la mayoría y siendo un gran éxito de audiencia. No en vano ha sido el mejor estreno de la historia de la cadena AMC y el estreno más visto del año para una cadena por cable. De esta forma, AMC, que también emite Mad Men, Breaking Bad y Rubicon, entre otras, se convierte en una de las cadenas punteras y de mayor prestigio (a la altura ya de HBO) de EEUU.

Tras la adaptación de The Walking Dead, o Los Muertos Vivientes, se encuentra un director con tanto caché como Frank Darabont, responsable de Cadena Perpetua, La Milla Verde, La Niebla o The Majestic. La historia cuenta como Rick, un policía herido de bala, despierta del coma en un hospital desierto. No pasará mucho tiempo hasta que Rick tope con lo que parece ser muertos vivientes, zombies comedores de carne humana, que pululan por la calle buscando víctimas. Rick se embarca en la búsqueda de su mujer y su hijo, por lo que va a Atlanta, la gran ciudad más cercana, con la esperanza de que todavía sigan vivos. De momento la serie sigue fielmente el argumento del cómic, y lo hace al dedillo, aunque Kirkman ya ha comentado que ésto no siempre va a ser así.

Realmente lo bueno que tiene The Walking Dead, y el propio Kirkman lo dice, es que la serie va más sobre los personajes y su intento de reconstruir una sociedad mientras intentan seguir vivos. El tema de la plaga zombie se convierte en un contexto donde vemos las miserias, dudas y capacidad de sufrimiento de varios seres humanos llevados al límite.

La pena que le veo yo es que la primera temporada de la serie sólo (sí, lo sigo acentuando a pesar de la RAE) conste de  6 episodios, y seguro que nos va a saber a poco. Recordemos que el tomo 12 del cómic está a punto de salir en España y nos queda mucha historia por contar.